EL PROBLEMA ES LA PROPIA BÚSQUEDA
Intrínsecamente. Es decir: el dar por hecho que hay que estar buscando cosas. O peor y más enajenante: que hay cosas que faltan. Es diabólico, es la definición de la esclavitud: porque siempre, en verdad os digo, habrá algo que falte, algo que completar, algo que buscar, algo lejos, en otro sitio, en otro lado en otro tiempo en otra persona. Es como dar por hecho la carencia, como el sustrato de la planta, como el papel del libro. Si hubiera un pecado original, sería ése. Y "original" debe ser, desde luego, en las esquinas del Kosmos nos miran como miramos a nosotros a los monos cuando se pelean y copulan en la jaula del zoo (y digo, zoo , no selva). ¿A quién se le ocurre meterse en su propia jaula y hacer de ello un arte, una excusa y una razón de vivir? Pues a nosotros, que estamos en la edad de la Pava. Si se mira desde lejos, se da uno cuenta que es como la fábula de Sísifo. Busco un pareja, o igual digo que no la busco, pero la estoy buscando, y entonces me entrego a ...