EL DESEO
Artículo redactado a demanda de mi nieto. El ser humano es una entidad dual en varios sentidos de la palabra, pero en lo que al deseo se refiere se sitúa entre dos polaridades: la animal y la supra-humana. En otras palabras: el Hombre es eso que se debate entre lo divino y, digamos, lo mamífero. En este aspecto, y aunque muchos se escandalicen, no es más que un primate hiperdesarrollado (e hiperarrogante, en consecuencia). Su posición “entre dos tierras” viene confirmada y a su vez retroalimentada por la aparición de “la identidad”, o del “ego”, o de esa cosa que solemos llamar -a menudo ensalzándola- “la individualidad”. En el estatus inferior, que algunos incultos llamarían animal, existe cierta “individuación”: hasta una ameba es distinta de otra, pero no existe el sentido de individualidad auto-consciente, eso que usualmente conocemos como “yo” y que la historia humana glorifica y p...